Internacionales

17/Jun
/2019

Notre Dame celebró en condiciones precarias su primera misa tras el incendio

Dos meses después de ser devastada por el fuego, Notre Dame acogió este fin de semana su primera misa en condiciones aún muy precarias, que obligaron a la treintena de participantes a llevar cascos de obra por el riesgo de desprendimientos.

Por:    @NicolasChamorro

Con esa estampa tan poco habitual, comenzó la ceremonia en la capilla de la Virgen, detrás del coro, con una presencia sobre todo de religiosos, entre ellos el arzobispo de París, Michel Aupetit.

Al acto también fue una representación de las personas que trabajan en las obras y de laicos de la diócesis de París; "poca gente porque es muy peligroso", señaló el embajador encargado de la movilización internacional para Notre Dame, Stanislas de Laboulaye, en un encuentro con prensa española.

"La catedral de Notre Dame nació de la fe de nuestros ancestros (...), y en particular de la ternura de los cristianos hacia la Virgen", dijo el arzobispo Aupetit en la homilía de la eucaristía.

Recordó que antes que nada la catedral es un lugar de culto y que "no hay turistas en Notre Dame", por lo que el templo "se vendría abajo" sin la presencia divina.

También se mostró muy crítico con la pérdida de sitio de la religión en el espacio público, motivada a su juicio por la "ignorancia" de la sociedad en esas cuestiones.

Pese a la celebración de esta primera eucaristía, Notre Dame está lejos aún de recuperarse. Habrá que limpiar el barrio y la catedral contaminados por el plomo que recubría la cubierta y la aguja de Viollet-le-Duc y que se fundió por las llamas que llegaron a alcanzar los 800 grados de temperatura.

"Notre Dame de París está aún en situación frágil, especialmente en la bóveda que aún no se ha asegurado, y puede derrumbarse", apuntó el ministro de Cultura, Franck Riester, en una entrevista en la que también dijo que solo se han recibido el 9 % de las donaciones prometidas, es decir 80 millones de euros de los 850 millones comprometidos.

La fase actual de las obras es de "consolidación" de la estructura del edificio con "vigas enormes", lo que ha obligado a quitar las vidrieras del siglo XIX para poder pasarlas, al tiempo que se ha evacuado a todos los vecinos aledaños al edificio.

Se ha instalado un protector de plástico en la parte superior del templo para proteger el interior de la lluvia y una red gigantesca para impedir que caigan piedras sobre los obreros que trabajan en el interior para retirar los escombros con ayuda de robots.

Concluida la consolidación y apartamiento de escombros se iniciará la retirada del andamio de 250 toneladas que envolvía la aguja de Viollet-le-Duc, con cuya restauración "empezaron los problemas" y donde empezó el fuego. Esa operación llevará cuatro meses.

Foto y datos: EFE

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