Este miércoles, Estados Unidos impuso una batería de sanciones a Nicaragua a la que acusa de hacer negocio con la migración, y emitió una alerta para advertir a las aerolíneas que eviten ser cómplices “en la explotación de migrantes”.
A menos de seis meses para las elecciones presidenciales, el presidente Joe Biden intenta atajar la crisis migratoria desde todos los frentes y Nicaragua es uno de ellos. Los migrantes atraviesan cada vez más la región utilizando Managua como punto de desembarque para continuar el viaje hacia el norte por tierra.
Esto llevó al gobierno estadounidense a emitir una alerta para notificar a las aerolíneas, operadores de vuelos chárter, agentes de viajes y proveedores de servicios sobre las formas en que las redes de tráfico de migrantes explotan los servicios de transporte para facilitar la migración irregular.
En un comunicado, el Departamento de Estado acusa al mandatario nicaragüense, Daniel Ortega y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, de haber ideado “políticas migratorias permisivas” que facilita que las redes “exploten a los migrantes con fines económicos y fomenten peligrosos viajes irregulares hacia la frontera suroeste de Estados Unidos” con México.
Washington publicó una serie de medidas que las aerolíneas deben tomar para evitar ser cómplices: vigilar las rutas de alto riesgo, dar cuenta de las agencias de viajes que les resulten sospechosas, actuar con prudencia cuando traten con empresas intermediarias opacas y transmitir información anticipada sobre pasajeros.
El gobierno de Ortega es “muy cínico” vendiendo visas “que requieren que las personas salgan en un plazo de 96 horas”, explicó una funcionaria estadounidense que pidió el anonimato. “Es un régimen agresor que se beneficia (…) y facilita el tráfico ilícito de migrantes”, añadió, precisando que la medida no está destinada al sector del turismo.
Foto: Intervención Radio Monte Carlo
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