"Estamos en las puertas de un problema serio. Estamos viviendo la mayor crisis hidrológica de la historia y vamos a tener dolores de cabeza", afirmó el jefe de Estado en declaraciones que concedió ante un grupo de seguidores frente a la sede del Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia brasileña.
"Se trata de la mayor crisis de la que se tiene noticia. Tenemos otro azar. No ha llovido y la lluvia generalmente cae hasta marzo. Es decir que ahora estamos en la fase de sequía. Vamos a ver qué podemos hacer", agregó el líder ultraderechista.
La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel, regulador) ya había advertido que la balanza hidrológica de Brasil en el período húmedo 2020-2021, que terminó en marzo, fue la peor desde que el indicador comenzó a ser medido en 1991.
La Aneel explicó que el volumen de lluvias esperado en los últimos meses se ubicó muy por debajo del esperado, lo que dejó en niveles mínimos los niveles de agua en las represas y pone en duda la capacidad de las hidroeléctricas de operar a plena capacidad.
Los niveles de agua en las hidroeléctricas en las regiones sudeste y centro-oeste del país está en su menor nivel desde 2015, cuando el país también enfrentó una crisis hídrica, según la agencia.
El órgano alertó sobre la necesidad de poner en funcionamiento algunas plantas térmicas que Brasil activa en períodos de emergencia, por lo que admitió que los consumidores brasileños tendrán que pagar las tarifas más caras por su electricidad en los próximos meses.
El Ministerio de Minas y Energía ya pidió a las generadoras que estén listas en caso de que necesiten poner en funcionamiento las plantas térmicas de emergencia por la sequía histórica en las regiones en las que están ubicadas las principales hidroeléctricas del país.
El Gobierno también autorizó la importación de electricidad desde Uruguay y Argentina en caso de necesidad para normalizar el abastecimiento eléctrico.
Foto y datos: EFE
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