Cinemateca presenta el ciclo "Con la música a otra parte" y el estreno de "El último escape"

Toda la narrativa presente en esta pubicación, fue  tomada del comunicado de difusión enviado a Montecarlo por Cinemateca Uruguaya

Del 11 al 21 de julio

Cuando se habla de "cine sin música" se alude habitualmente a la música extradiegética, es decir, la que proviene de una fuente extraña a la acción misma y no forma parte de ella, sino que sirve para apoyar algún aspecto de la historia y/o las emociones que la película pretende comunicar.

Por el contrario, se habla de música diegética (la palabra diégesis proviene del griego, y se refiere al mundo en el que ocurren los acontecimientos narrados) para referirse a la que pertenece al propio mundo del relato.

Si alguien toca un instrumento y canta, o se ve y se oye un coro en la película, o alguien enciende una radio y se escucha una canción, estamos ante música diegética.

Este ciclo se ocupa empero de las películas que carecen de música extradiegética, que es a la que habitualmente nos referimos cuando hablamos de "la música de una película", es decir, la de la mayor parte de las películas. De no ser por ella no serían famosos los grandes músicos del cine, de Sergei Prokofiev a Alfred Newman, de Max Steiner a Victor Young, de Erich Wolfgang Korngold a Franz Waxman, de Miklos Rosza a Dimitri Tiomkin, de Jerome Moross a Henry Mancini, de Joseph Kosma a Ennio Morricone, y un largo etcétera.

Hay una polémica que nunca ha sido demasiado popular (de hecho es una tontería) acerca de la "deshonestidad" de la música extradiegética.

Se la ha acusado de ser un elemento manipulador, que conduce al espectador hacia un tipo de emoción que no necesariamente surge de la propia acción fílmica. Ese dato omite el más importante de que todo recurso artístico es manipulador, que el artista es el manipulador por excelencia, y que tiene todo el derecho del mundo a apelar a los recursos que le parecen adecuados para obtener el resultado que se propone.

Es falso que el cine sea "la verdad a 24 cuadros por segundo" (o la cantidad de cuadros que sean ahora). Lo cierto es que es "la mentira a tantos cuadros", y el mejor mentiroso es el mejor artista: el que a través de la mentira del arte es capaz de alcanzar alguna verdad.

De ahí que cuando este ciclo se presenta como de "películas sin música" se trata de películas sin música extradiegética (y de hecho alguna de ellas, por lo menos, como M de Fritz Lang, hace un uso magistral de la otra). En todo caso es una prueba de que no siempre la música es necesaria en el cine, aunque no sea cierto que es la abominación que los dogmáticos del (¿ya olvidado?) Dogma danés se empeñan en afirmar.

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"El vampiro negro" de Fritz Lang - Jueves 11 a las 16:50 y 19:10

(M). Alemania 1931. Dir: Fritz Lang. Con Peter Lorre, Otto Wernicke. 110 min.
Policía y hampa persiguen a un asesino serial de niñas. Lang maneja magistralmente el sonido, acentuando el carácter ominoso de la cercana presencia del criminal. No hay música, salvo los primeros compases del Peer Gynt silbados por el asesino, que informan que está cerca.

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"Luz de invierno" de Ingmar Bergman - viernes 12 a las 17:35 y 19:25

(Nattvardgasterna). Suecia 1962. Dir: Ingmar Bergman. Con Gunnar Björnstrand, Ingrid Thulin, Max von Sydow. 81 min.
La crisis de un pastor luterano que vacila ante la vida, ante la mujer que lo ama y ante Dios. La forma es particularmente despojada, apoyada en rostros, silencios, diálogos intensos que reflejan la angustia del personaje y que hacen innecesaria la música. Importa más la voz humana: hasta hay una carta "leída" de cara a la cámara.

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"Los pájaros" de Alfred Hitchcock  - sábado 13 a las 15:55 y 18:10

(The Birds). Estados Unidos 1963. Dir: Alfred Hitchcock. Con Rod Taylor, "Tippi" Hedren, Jessica Tandy. 119 min.
La naturaleza se rebela, las aves comienzan a atacar a la humanidad, y acaso se acerca el fin del mundo. Un impecable mecanismo de terror y una de las obras maestras de Hitch. No hay música, pero el habitual Bernard Herrmann trabajó los sonidos de aves y otros de la banda sonora.

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"Poder que mata" de Sidney Lumet - domingo 14 a las 15:55 y 18:10

(Network). Estados Unidos 1976. Dir: Sidney Lumet. Con Peter Finch, Faye Dunaway, William Holden, Robert Duvall. 121 min.
Tras 25 años trabajando en una cadena, el veterano presentador Howard Beale debe abandonar su puesto por el bajo nivel de audiencia. Su jefe y mejor amigo, Max Schumacher, le da dos semanas para despedirse de los espectadores. Beale, viudo y alcohólico, queda trastocado y decide anunciar durante una emisión que se suicidará en su último programa ante las cámaras. El hecho provoca una gran expectación y los propios compañeros tratarán de convertir la destrucción de este hombre en un negocio rentable. No hay música mientras todos hablan y gritan.

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"La celebración" de Thomas Vinterberg - lunes 15 a las 17:00 y 19:10
(Festen). Dinamarca 1998. Dir: Thomas Vinterberg. Con Henning Moritzan, Ulrich Thomsen, Thomas Bo Larsen. 105 min.
Los Klingenfeldt, una familia de la alta burguesía danesa, se disponen a celebrar el cumpleaños del patriarca, un hombre de trayectoria y reputación intachable. Sin embargo, sus tres hijos, aunque muy diferentes entre sí, están dispuestos a aprovechar la ocasión para sacar a relucir los trapos sucios de la familia. De acuerdo al caprichoso Dogma inventado por von Trier y amigos, la película carece de música, pero seguiría siendo buena con ella.

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"La cinta blanca" de Michael Haneke - martes 16 a las 18:20

(Das weiße Band - Eine deutsche Kindergeschichte). Austria 2009. Dir: Michael Haneke. Con Christian Friedel, Ernst Jacobi, Leonie Benesch, Ulrich Tukur. 145 min.
1913, en vísperas de la Gran Guerra, extraños acontecimientos, que poco a poco toman carácter de castigo ritual, se dan cita en un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania. Una historia que no necesita de música para reflexionar sobre los antecedentes del nazismo antes de ser inventado pocos años después.

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"Érase una vez en Anatolia" de Nuri Bilge Ceylan - miércoles 17 a las 18:15

(Bir zamanlar Anadolu'da). Turquía 2011. Dir: Nuri Bilge Ceylan. Con Muhammet Uzuner, Yilmaz Erdogan, Taner Birsel. 157 min.
En el corazón de las estepas de Anatolia un asesino intenta guiar a un equipo de policías hasta donde enterró el cuerpo de su víctima. El director turco toma una trama drástica del thriller agregándole un burlón humor negro permitiéndole reírse, conmover y ahondar en los personajes y sus vidas. No necesita música para hacerlo.

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"Más allá de las colinas" de Cristian Mungiu - viernes 19 a las 18:00

(După dealuri). Rumania 2012. Dir: Cristian Mungiu. Con Cosmina Stratan, Cristina Flutur, Valeriu Andriutã. 150 min.
Después de haber vivido varios años en Alemania, Alina se reúne con una amiga en un aislado convento ortodoxo rumano. Su amistad se remonta a la época en que, siendo niñas, se conocieron en un orfanato. Alina pretende que su amiga vuelva con ella a Alemania, pero ésta se niega porque no sólo ha encontrado refugio en la fe, sino que las monjas constituyen su familia. El recoleto ambiente monacal puede ser una de las explicaciones de la ausencia de música.

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"El desconocido del lago" de Alain Guiraudie - sábado 20 a las 17:15 y 19:15

(L'innconu du lac). Francia 2013. Dir: Alain Guiraudie. Con Pierre Deladonchamps, Christophe Paou. 97 min.
Es verano, y Franck (Pierre Deladonchamps) llega a una playa nudista gay en un paradisíaco rincón de Francia. Allí conocerá a un hombre mayor heterosexual con quien entabla una amistad y relación de confianza cuasi fraternal. Con él ocupará su exceso de tiempo libre y vacío, al tiempo que comienza su obsesión por un tercero por quien desde un primer momento siente atracción incontrolable. Luego hay un quiebre: un asesinato, un testigo atrapado entre sus impulsos
eróticos y su sentido ético, el desarrollo de una investigación policial. Y no hay música.

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"El último escape" de Oliver Parker - Estreno sábado 13

(The Last Escaper). Reino Unido, Estados Unidos 2023. Dir: Oliver Parker. Guion: Billy Ivory. Fotografía: Christopher Ross. Música: Craig Armstrong. Producción: Ecosse Films , Filmgate Films , BBC Film, Ingenious, Film I Väst. Elenco: Michael Caine, Glenda Jackson, John Standing, Danielle Vitalis, Victor Oshin. 96 min.

En el verano de 2014, Bernard Jordan, un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 89 años (Michael Caine), se escapa de su residencia en la que vive junto a su mujer Rene, para unirse a sus compañeros veteranos de guerra en una playa de Normandía, conmemorando a sus compañeros caídos en el 70 aniversario del Desembarco del Día D.

El asunto se inspira en un caso real. El protagonista emprende una aventura que en términos físicos equivale principalmente a un viaje en ferry al norte de Francia (y viceversa). Con la ayuda de un andador y poco dinero en el bolsillo, el ingenioso veterano cumple su misión: cruzar el Canal de la Mancha y rendir homenaje a sus camaradas caídos en Francia. Los medios de comunicación lo consideraron un héroe y lo bautizaron como "el gran fugitivo", y su historia encabezó los periódicos de todo el mundo. Ahora llega al cine en una película conmovedora.

Para ello la película cuenta con el apoyo invalorable del enorme Michael Caine, un actor que tiene el inconveniente de aceptar todo lo que le ofrecen pero que cuando lo que le ofrecen es bueno sabe rendir a gran nivel. La película desgrana su reflexión acerca de la vejez y la cercanía de la muerte, a través de una cámara que atiende a Caine. Debido a que la idea misma de un octogenario en fuga evoca un cierto temperamento risible, es inteligente tanto por parte del director Parker como del guionista Ivory dejar que la película marque su propio ritmo y tenga éxito gracias a las actuaciones bellamente matizadas de Caine y Jackson; aunque están separados durante largos períodos de la película, su química posee una cualidad magnética.

Sin dudas, y pese a lo bien que está Caine, la película cuenta con un plus en la presencia de Jackson, como la esposa de Bernie, en su último papel en la pantalla (Caine, que tiene 91 años y problemas de salud, ha dicho también que este sería su última película, pero hay que esperar). A pesar de la estatura de Caine, la fuerte actuación de Jackson realmente anima la película, proporcionando una sensación de romance y una suerte de canto de cisne a su historia, ya cargada de gran peso emocional. De alguna manera, para ambos se trata de una gran despedida.

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Foto de portada: Cinemateca Uruguaya