La muerte de Matthew Perry sigue siendo noticia casi diez meses después de que fuera hallado sin vida en el jacuzzi de su casa de Pacific Palisades, el barrio de lujo cercano a Malibú donde vivía el actor de 54 años. Hay dos detenidos y cinco personas acusadas en conexión con su muerte, según informó el jueves la oficina del fiscal federal Martín Estrada.
Los detenidos son una traficante de drogas, Jasveen Sangha, conocida como "la reina de la ketamina", y un médico, Salvador Plasencia, que cobró altas sumas de dinero del actor una vez que supo que había vuelto a engancharse a las drogas sintéticas, informa el periódico El Mundo.
Estrada describió cómo Perry, desesperado por conseguir el anestésico para un tratamiento contra la ansiedad y la depresión, recurrió a traficantes callejeros y a médicos sin escrúpulos para obtener las dosis necesarias. Le vendieron hasta 20 frascos de ketamina por 55.000 dólares en metálico.
"Los acusados se aprovecharon de los problemas de adicción de Perry para enriquecerse", indicó Estrada. "Sabían que lo que estaban haciendo ponía en gran peligro a Perry, pero lo hicieron de todos modos. Estaban más interesados en sacar provecho de Perry que en cuidar de su bienestar". De hecho, hay constancia de los textos que Plasencia intercambió con su red de colaboradores en donde se burla de su cliente. "Me pregunto cuánto pagará este idiota", escribió.
Los detenidos se enfrentan a 18 cargos por tráfico de drogas y falsificación de documentos, entre otros, con penas de prisión que, en el caso de Plasencia ascenderían a 120 años, y en el de Sangha a cadena perpetua.
Foto - Europa Press/Contacto/Armando Gallo - Archivo
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