Sólo su definición de estilo (Revista azarzuelada en un acto con un prólogo y cuadros con apoteosis final), despierta la sonrisa del público. Se trata de una adaptación de Juan Pablo García Zipitría, interpretada por la agrupación coral “Nell Canto”, con dirección musical de Laura Gómez y vestuario de Marta Paz.
“Se busca ofrecerle al público un espectáculo divertido, ameno, que incluye baile y canto de buen nivel”, destacan los responsables de la agrupación. "En temporadas anteriores presentamos con buena recepción de público, “El Baúl de la Zarzulela” y “Agua azucarillos y aguardiente”, destaca Gómez.
“Enredos en el corsé” es una sucesión de cuadros cómicos -sin orden aparente- vestido con romanzas de zarzuela.
Los mismos provienen de una búsqueda de frescura en el género chico rioplantense que supo hacer las delicias del público en las veladas del Teatro Odeón, o el Nacional, prestigiosas salas de nuestra capital, antes de que el público abrazara con fervor popular al Artigas (de Mercedes y Andes) o el 18 de Julio (de 18 entre Yi y Yaguarón).
El género ofrecía temporadas en las voces de míticas figuras, como la de Orfilia Rico, Luis Vitonne, Segundo Pomar y Eliseo Gutiérrez, o los inolviables Podestá.
La oferta de aquel Montevideo en cuanto a espectáculos musicales era amplia y variada, incorparndo elencos nacionales y del exterior.
Importante era por entonces contar con la colaboración de actores cómicos españoles, que dieran voz y sentimiento a las historias de uruguayos en una sesión, para cambiar de registro en la función de la noche.
El elenco de “Nell Canto” destaca asimismo en su presentación, su recuerdo de la nuestra zarzuela criolla oriental, de las cuales pocas se conservan, y sólo quedan por estos lares algunos libretos, preciados testigos acusatorios de una suerte de “espectáculo mudo”, pues no se han podido encontrar registros de sus partituras.
Los autores no dejaron de "subtitular" a las zarzuelas españolas -que hoy son obras míticas- en ocasiones como meras “revistas, pasillos o historias vodevilescas” y con esa definición se engalanaban.
Y no necesitaron excusarse frente a otras plumas más doctas, ante la carencia de un argumento lineal, o la eficacia de diálogos más contundentes, pues a la hora de entretener y alegrar al público, daba igual, pues las zarzuelas reflejaban con sus “bocadillos” y “morcilleos” el sentir popular de sus gentes y una forma más estrecha de comunicar.
Con una partitura que casi siempre vibraba con los ritmos de moda, no dejaba de lado lo local, por lo que era un lugar común que el público pidiese más de un bis.
Gozaron con más suerte los libretos en prosa de autores locales, que en este espectáculo, “Nell Canto” trae a colación. Quizás se deba al fervor popular de autores criollos tanto uruguayos como argentinos que conocían la cotidianeidad de la gente anónima, las mezquindades de sus comportamientos, los sometimientos a los que era sometida la gente buena, personajes que lejos de acusar su falta, se toman sus asuntos con indulgencia -a veces con un mea culpa- y claro, con una sonrisa cómplice con el espectador.
Con prototipos de comedias burguesas de Wilde, Feydeau o Benavente, el público se regocija en los histerismos y cursilerías de sus personajes, cuyas hipérboles y metáfora sumadas al ritmo, hacían y hacen aún, las delicias del público ávido de alegría y recreo del mundo “encorsetado” por nuevas tecnologías, frivolidades de escenario con alta producción mediática, donde la falta de empatía e indiferencia cotidianas, bien hace que merezcamos un paso de comedia de tanto en tanto, para alegrar el alma.
ELENCO
Juan Pablo García
Laura Gómez
César Moreira
Claudia Lezama
Teresa Mestre
Delma Pouso
Demian Fuentes
Omar Núñez
Ma. Laura Etcheverry
Javier Cazorla
(Agradecimiento especial a Laura Gómez, María Laura Etcheverry y Teresa Mestre)
Foto y afiche: Nell Canto
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