Tecnologías militares como sistemas de biodefensa o los drones están "revolucionando" la salud

Aquellos sistemas militares desarrollados para la guerra biológica han permitido "grandes avances" en la detección y neutralización de amenazas sanitarias, y es que sensores que habían sido diseñados originariamente para identificar agentes biológicos en el campo de batalla, ahora se utilizan en aeropuertos y hospitales para detectar patógenos peligrosos, como el ántrax o el Covid-19.

Los laboratorios de defensa también han contribuido al desarrollo de vacunas y tratamientos contra enfermedades emergentes, todo ello por su experiencia en la manipulación de agentes biológicos peligrosos.

Del mismo modo, los drones, diseñados para misiones de reconocimiento y transporte en zonas de combate, pueden ser usados en situaciones de desastres naturales o crisis humanitarias, para transportar medicamentos, sangre o equipos médicos a zonas de difícil acceso o peligrosas.

Estos dispositivos también pueden llevar ayuda médica medicamentos, desfibriladores e incluso botiquines de primeros auxilios a lugares donde una ambulancia no puede llegar de forma rápida, especialmente en zonas rurales o con peores conexiones, todo ello en cuestión de minutos, lo que "puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte".

SISTEMAS PORTÁTILES DE PURIFICACIÓN DE AGUA EN LA DANA

Otras tecnologías desarrolladas por el Ejército permiten garantizar el suministro de agua potable en situaciones difíciles, gracias a sistemas portátiles de purificación de agua diseñados para bases militares y operaciones en zonas sin infraestructura, y que se pueden implementar en misiones humanitarias y zonas de desastres naturales.

"En la reciente DANA que afectó a gran parte de la Comunidad Valenciana, los militares instalaron hospitales de campaña y sistemas de potabilización de agua para suplir las necesidades básicas de los damnificados", ha destacado la organización.

La tecnología militar también ha posibilitado implementar la ciberdefensa en los hospitales, que en la actualidad se enfrentan a amenazas digitales que pueden paralizar servicios esenciales, exponer información confidencial de pacientes e interrumpir el suministro de tratamientos críticos.

Ante esta amenaza, se ha comenzado a incidir en la protección de la sanidad con medidas como el uso de Inteligencia Artificial (IA) para detectar patrones sospechosos, la encriptación avanzada de datos o la implementación de protocolos de seguridad inspirados en la estrategia militar.

El uso de la IA y del Big Data en Defensa ha acabado beneficiando a la salud pública, pues este tipo de herramientas permiten rastrear la propagación de enfermedades, predecir brotes y optimizar la distribución de recursos médicos.

De hecho, durante la pandemia de Covid-19, algunos de estos sistemas ayudaron a anticipar la saturación hospitalaria y a diseñar respuestas más eficientes.

"La convergencia entre defensa y salud es una realidad palpable, donde las tecnologías militares no solo contribuyen a la seguridad nacional, sino que también tienen un impacto positivo en el bienestar de la sociedad en su conjunto", ha concluido FEINDEF, que celebrará su 25 edición los días 12, 13 y 14 de mayo para dar a conocer las tecnologías más innovadoras que están marcando el futuro del sector de la defensa.

Foto y datos: EP vía DPA