El hallazgo ofrece una perspectiva única sobre la educación de los jóvenes de la antigua ciudad. Este auditorio ilustra la importancia que se otorgaba al entrenamiento intelectual y atlético durante este período, según informan en un comunicado los descubridores: un equipo internacional dirigido por la profesora Monika Trümper y el Dr. Thomas Lappi, de la Freie Universität Berlin.
Un segundo descubrimiento significativo fueron dos bloques con inscripciones que revelan detalles sobre la vida social antigua. El conjunto descubierto por los investigadores es el único ejemplo conocido de este tipo en el Mediterráneo occidental.
El gimnasio era un lugar en las antiguas ciudades griegas donde los jóvenes recibían instrucción física y académica que los preparaba para sus futuras responsabilidades como ciudadanos; una especie de cruce entre un gimnasio y una escuela en términos modernos. A partir del siglo IV a. C., estas ciudades construyeron enormes complejos con hipódromos, baños y espacios donde los jóvenes podían entrenar y estudiar. La ciudad de Agrigento, fundada alrededor del año 580 a. C. como la mayor colonia griega de Sicilia, también albergaba un gimnasio. Investigaciones anteriores ya habían reconocido su notable tamaño, siendo actualmente el único ejemplo conocido de un complejo en el Mediterráneo occidental que ofrece pistas de carreras de 200 metros de longitud y una gran piscina.
La existencia de este notable conjunto de instalaciones fue confirmada en excavaciones recientes realizadas por un equipo de la Freie Universität Berlin en marzo de 2025, en colaboración con el Politécnico de Bari y el Parque Arqueológico Valle dei Templi di Agrigento. El equipo descubrió un antiguo auditorio en forma de pequeño teatro cubierto con espacio para unas 200 personas sentadas en ocho filas semicirculares ascendentes.
Cuando se construyó el gimnasio en el siglo II a. C., ningún otro gimnasio del mundo antiguo contaba con un auditorio comparable. Solo entre 250 y 300 años después se construyó un auditorio de estilo teatral en el gran gimnasio de Pérgamo, en la actual Turquía.
El auditorio de Agrigento se abría a una amplia sala (11 x 23 metros) con bancos, que también podía utilizarse para actividades intelectuales como clases, presentaciones y competiciones. Este conjunto único sugiere que mantener una mente sana era tan importante para los asistentes al gimnasio como mantener un cuerpo sano.
Otro descubrimiento sensacional aguardaba al equipo de excavación en la orquesta semicircular del auditorio, donde profesores y alumnos solían actuar ante el público. Allí encontraron dos grandes bloques con inscripciones en griego. Las letras estaban grabadas en las superficies de yeso blanco y resaltadas con pintura roja.
SE MANTUVIERON LAS TRADICIONES GRIEGAS
El texto menciona a un gimnasiarca (alto cargo del gimnasio) y a una persona que financió la renovación del tejado del apodyterium (vestuario) con fondos propios y lo dedicó a Hermes y Heracles, las deidades de los gimnasios griegos. Aunque la antigua Agrigento estuvo habitada durante más de 1.000 años, se han conservado muy pocas inscripciones que permitan comprender la vida social de la ciudad. El estilo de la letra sugiere que la inscripción fue grabada a finales del siglo I a. C., cuando Agrigento se encontraba bajo el dominio romano.
Esto indica que, a pesar del cambio de liderazgo, los ciudadanos continuaron defendiendo la lengua, los órganos administrativos y las tradiciones griegas, y que el gimnasio se siguió utilizando y manteniendo como el principal centro educativo para la juventud.
Foto y datos: EP vió DPA
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