En la tarde de este martes falleció la actriz argentina Selva Alemán a los 80 años, tras sufrir un paro cardíaco en su domicilio. La noticia fue confirmada por la cuenta oficial en X del Multiteatro Comafi, de Carlos Rottemberg. “Confirmar el fallecimiento de nuestra querida amiga, nos embarga de una pena indescriptible. Murió Selva Alemán. Sin más palabras”, anunciaron.
Nacida el 30 de abril de 1944, destacó tanto en el teatro como en el cine y televisión argentina. Estuvo en pareja durante 50 años con el actor y director Arturo Puig, a quien conoció trabajando en 1974 y contrajo matrimonio en 2001. En televisión, participó en recordadas ficciones como Nuestra galleguita, Mujercitas, Situación límite, Atreverse, Alta Comedia, Son amores y Malparida, entre muchas otras. En teatro, su versatilidad le permitió destacarse en obras de diversos géneros, desde clásicos hasta comedias contemporáneas: Madres e hijos, Una cierta piedad, ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, Cartas de amor, Las troyanas y muchas más. Recibió galardones como el Martín Fierro y el Konex de Platino.
Desde la Asociación Argentina de Actores y Actrices despidieron a Selva a través de un comunicado: “Con profundo pesar informamos el fallecimiento de la querida actriz Selva Alemán. Extendemos nuestras más sinceras condolencias a su compañero de vida, Arturo Puig, y a todos sus seres queridos en este difícil momento, recordándola con el respeto que supo ganarse a lo largo de su extensa trayectoria artística en teatro, cine y TV”.
“Su nombre real era Carmen Selva Giorno, hija de la querida actriz Carmen Vallejo. Se afilió a la Asociación Argentina de Actores en 1961, publica el diario La Nación.
En 2003, el sindicato le entregó el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable junto con el Senado de la Nación. Inició su carrera en el teatro a una edad temprana y rápidamente se convirtió en una de las figuras destacadas de la escena artística, llevando adelante una trayectoria de más de seis décadas”, destacaron.
“Alguna vez dudé”, respondió cuando, entrevistada por LA NACIÓN, se le preguntó si había pensado alguna vez en que su camino no estaba sobre los escenarios. “Fue durante mi primer matrimonio, viajaba mucho y eso hizo que me fuera retirando un poco”, sumó. “Recuerdo siempre a la gran directora María Herminia Avellaneda, de la que fui muy amiga; siempre me llamaba y me decía “Selvita, ¿cuándo hacemos algo? ¿Cuándo volvés?”. Finalmente, acepté regresar a la actividad dirigida por ella, en Doña Disparate y Bambuco, de María Elena Walsh, quien, además, cantaba en vivo, y donde también estaban Perla Santalla, Walter Vidarte y Hugo Caprera”.
Alemán había comenzado a trabajar como actriz a los 15 años, y ese primer matrimonio la hizo revivir su propia infancia como hija de padres artistas. “Venía de una familia donde mis padres eran actores, mi padrastro músico, y, de alguna manera, no era una familia feliz; mi mamá con separaciones... Todo muy complicado. (...) Por eso, cuando me casé, pensé que quería formar una familia más normal, dejar de trabajar y ocuparme de otras cosas, pero no me salió”, contaba.
De su padre biológico, Selva no tenía demasiados recuerdos: “Se llamaba Roberto Denegri, era actor de radioteatro y había sido galán de Eva Perón; mi mamá lo conoció trabajando allí. (....) Se separaron cuando yo era muy chica. Él estaba muy enfermo, tenía muchos problemas, y medio que no me quería ver. Cuando murió, yo tendría nueve o diez años y mi mamá ya vivía con Oscar (Alemán), de quien me apropié y lo convertí en mi padre”. Quizás fue esa ausencia la que la llevó a pensar que la actuación y la conformación de una familia no eran compatibles.
Con Arturo Puig se conocieron en 1974, en la casa de la escritora Diana Álvarez, durante la primera lectura de los guiones de Fernanda, Martín y nadie más, telenovela que protagonizaron y que no fue un gran éxito pero, para ellos, selló su vida entera. “El flechazo fue mutuo”, se sinceraron ambos tiempo después.
No solamente ellos se dieron cuenta del impacto de ese encuentro, también la directora de la novela y dueña de casa y algunos de los compañeros de elenco fueron testigos de esa incipiente relación. En ese momento, los dos estaban en pareja y el flechazo de Cupido se postergó. Sin embargo, el amor crecía al cobijo de los besos de ficción. Posiblemente, a veces, Fernanda y Martín se confundían con Selva y Arturo. “Pasamos meses disimulando hasta que un día fuimos a tomar un café a un barcito de Olleros y Libertador. Hablamos, pero era todo un tema. Yo tenía dos hijos chiquitos”, detalló Puig, que por entonces ya era padre de Ximena y Juan.
“De a poco fuimos arreglando las cosas. Después de esa novela no trabajamos juntos durante muchos años”. Y Alemán dice: “Los dos tuvimos un matrimonio anterior, y cuando empezamos a salir y luego a convivir, no había divorcio”. “Por eso nos casamos el día del cumpleaños de Selva, un 30 de abril. Y no nos acordamos ni de qué año. Tuvimos nuestras idas y vueltas pero siempre hubo amor y humor. Nos divertimos mucho juntos”, sumaba Puig.
La actriz admitió en más de una ocasión que le hubiese gustado ser madre biológica, pero que nunca pudo hacer ese sueño realidad. “No pude. Tuve varias operaciones, de esas ‘femeninas’, pero no se dio, nunca quedé embarazada. Hemos pensado en la adopción, pero, cuando podríamos haberlo hecho, no estábamos legalmente casados y, además, era la época de la dictadura, donde se podía hacer todo por izquierda y no quisimos. Lo bien que hicimos, porque, sin saber todo lo que ocurría, había algo de peligro que intuíamos, fue algo muy curioso”, aseguraba.
El 8, 9 y 10 de agosto, Puig y Alemán desplegaron en el escenario del teatro Tronador de Mar del Plata su puesta de Largo viaje de un día hacia la noche, de Eugene O’Neill. Fueron tres funciones en las que, en coproducción con el Teatro San Martín y el Teatro Colón de Buenos Aires, dieron muestra de su solidez como pareja protagónica. La puesta, dirigida por Luciano Suardi, había sido parte de la programación del complejo teatral porteño durante la temporada 2023, destaca el portal argentino.
Allí recibieron una distinción por parte del director de Cultura del Municipio de General Pueyrredón Francisco Taverna, además de disfrutar de una ciudad llena de recuerdos para ellos luego de tantos veranos allí instalados para hacer eso que tanto amaban hacer: teatro. “Selva se encontró con amigas, disfrutó de caminar cerca del mar y con Arturo comieron en los restaurantes del Puerto”, aseguran.
El lunes 26, ya de regreso en Buenos Aires, la pareja asistió a la entrega de los Premios Sur. De muy buen humor, Selva posó para las cámaras con su característica elegancia, en un traje rosa palo que combinó con coquetos zapatos negros.
El velatorio de los restos de Selva Alemán se lleva a cabo este miércoles, de 10 a 13, en Zuccotti Hermanos (Av. Córdoba 5080, CABA). A las 13:15, se realizará una ceremonia en la Capilla del Cementerio de la Chacarita, seguida del traslado al Panteón de la Asociación Argentina de Actores.
🌑 Confirmar el fallecimiento de nuestra querida amiga, nos embarga de una pena indescriptible.
— Multiteatro Comafi (@multiteatro) September 3, 2024
Murió Selva Alemán. Sin más palabras. pic.twitter.com/P8urxZAaTD
Foto: sitio oficial en X de Multiteatro Comafi
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