“Gracias por haberme vuelto a llevar a la Plaza”. Esas fueron las últimas palabras del papa Bergoglio; se las dijo a Massimiliano Strappetti, su enfermero personal, según publicó este martes Vatican News, el portal del Vaticano, después de que conocieran las primeras imágenesde Jorge Bergoglio en su ataúd.
El sitio también precisó que antes de dar esa última vuelta en papamóvil por la Plaza San Pedro el domingo de Pascua, su despedida a la gente por la que siempre quiso darlo todo, el papa, que ya no estaba bien y evidentemente frágil, le hizo una pregunta crucial: “¿Creés que puedo hacerlo?”, le preguntó a Strappetti, la persona que más lo cuidó en los últimos años, meses y días (incluso le salvó la vida al sugerirle operarse de colon en julio de 2021).
Strappetti lo había acompañado hasta el balcón central de la Basílica de San Pedro para dar su última bendición 'Urbi et Orbi', a la ciudad y al mundo.
Además, el mencionado enfermero, que se convirtió en la persona de más confianza de Jorge Bergoglio - y fuera tan importante en sus peores crisis respiratorias durante su internación en el Gemelli, y que, conociendo la voluntad de Francisco, animó a los doctores a no rendirse-, también había estado el sábado con él en la Basílica de San Pedro, calculando los tiempos como para tomar desde allí el ascensor que lleva hasta la “loggia”, el balcón central de la Basílica de San Pedro.
Después de esa última vuelta en el 'papamóvil' el domingo, su último esfuerzo, el papa por la tarde cenó y luego descansó “tranquilamente”.
Alrededor de las 5.30 de la mañana aparecieron los primeros síntomas del derrame cerebral y la posterior insuficiencia cardíaca, que enseguida hizo que sus asistentes sanitarios intervinieran. Más de una hora después, tras saludar con la mano desde su lecho de enfermo a Strappetti, que estaba a su lado, el Papa cayó en coma.
Cuando las personas más cercanas, que estaban junto a él, se dieron cuenta de que había caído en coma, tras la confirmación de los médicos, Francisco recibió la unción de los enfermos.
Fue su secretario privado, el sacerdote argentino Juan Cruz Villalón -otro de los “ángeles", que cuidaron hasta el final al ex arzobispo de Buenos Aires-, quien le dio el sacramento, según difundió la periodista Elisabetta Piqué del diario argentino La Nación.
“No sufrió, todo sucedió rápido”, hicieron saber quienes estuvieron a su lado en esos últimos momentos.
“Fue una muerte discreta, casi súbita, sin largas esperas ni demasiados alborotos para un papa que siempre ha mantenido en gran secreto su estado de salud. Una muerte que ocurrió el día después de Pascua, el día después de haber bendecido la ciudad y el mundo, el día después de haber vuelto a abrazar, después de mucho tiempo, al pueblo. Aquel a quien, desde los primeros momentos de su elección, el 13 de marzo de 2013, le había prometido un viaje ‘juntos’“, concluyó una fuente.
Mientras el cuerpo de Jorge Bergoglio reposa en la capilla de la residencia de Santa Marta, adonde sólo pueden acceder sus colaboradores, los fieles pueden darle su último adiós a partir de este miércoles a las 9:00 (hora 4:00 en Uruguay) en la basílica de San Pedro, anunció este martes el Vaticano.
También confirmó que el funeral de Francisco tendrá lugar el sábado a las 10:00 (5:00 en la Uruguay) en la plaza de San Pedro, donde el papa realizó su última aparición pública el domingo.
Allí se prevé la asistencia de medio millón de fieles, además de líderes mundiales. Entre los presidentes que confirmaron que viajarán a despedir a Francisco están Javier Milei (Argentina), Donald Trump (Estados Unidos), Volodimir Zelenski (Ucrania) y Emmanuel Macron (Francia).
A diferencia de sus inmediatos predecesores, Francisco pidió ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma en una sepultura “sencilla”, donde la única inscripción sea “Franciscus”, su nombre de papa en latín.
Foto: Vatican News
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