A manera de diagnóstico explicó que se identifican varios factores globales que potencialmente podrían impactar la estabilidad financiera doméstica, dice parte de la nota del Comité de Estabilidad Financiera, reunido para analizar el contexto mundial y regional.
Enumera que las principales bolsas continúan en niveles que podrían estar desacoplados de los fundamentos reales de las economías avanzadas. La volatilidad financiera ha aumentado, así como también la sensibilidad de los agentes de mercado. Al mismo tiempo, se mantiene alta la incertidumbre a nivel geopolítico, de la política económica en general y, en particular, de la política comercial. Por su parte, avanza el proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
Alerta que “podrían ocurrir episodios de mayor volatilidad que la anticipada en los mercados financieros globales” para añadir que “la situación regional muestra una modesta recuperación que, sin embargo, no está exenta de riesgos.”
En la región destaca que en Brasil, los esfuerzos para resolver los desequilibrios macroeconómicos podrían verse afectados por la creciente incertidumbre en el plano político-electoral, que dificulta la realización de reformas críticas. El proceso gradual de ajuste en Argentina se ha visto afectado recientemente por episodios de fuerte depreciación de la moneda en un marco de elevada inflación y persistentes presiones en el plano fiscal.
En el caso de la economía uruguaya explica que “continúa creciendo y se proyecta que lo siga haciendo a un ritmo similar al actual” para detallar que los factores de riesgo que podrían derivar en un deterioro de la situación macroeconómica se mantienen acotados y han reducido su intensidad en lo más reciente.
Explican luego que para mantener la sostenibilidad de las cuentas públicas se mantienen la flexibilidad cambiaria, el nivel de reservas internacionales, la estructura de endeudamiento del sector público y la disminución de descalces financieros en el sector privado, entre otras.
Los indicadores de los usuarios de crédito y del sector bancario se mantienen en niveles adecuados. Los indicadores de solvencia, liquidez, riesgo de tipo de cambio implícito y morosidad del sector bancario son buenos.
Admite que “en algunos sectores con alto endeudamiento y perspectivas productivas heterogéneas los indicadores de morosidad podrían todavía desmejorar. No obstante ello, el nivel de previsiones bancarias por incobrabilidad es adecuado y las partes involucradas cuentan con herramientas financieras para manejar este riesgo”.
Una vez evaluados los factores de riesgo por parte del Comité, “se concluyó que aquel al que habría que prestar mayor atención es el vinculado a la región”.
Sin embargo aclara a renglón seguido que “no tendría impactos significativos sobre la estabilidad del sistema financiero doméstico”, por la solidez del propio sector financiero, a su baja exposición a los riesgos identificados, así como a la naturaleza de los mismos y a las capacidades de la economía uruguaya para su gestión.
No hay “señales de alerta” menciona en uno de los últimos párrafos la comunicación oficial.
Titulares por email