"Para nuestro Gobierno este es un tema prioritario que trasciende con la agenda exclusivamente de la mujer. Tiene que ver con el alma, y con el reconocimiento de igual dignidad para mujeres y hombres", enfatizó a los periodistas la ministra Plá al término de la sesión.
Dijo que las mujeres "tienen todo el derecho de ser protegidas" y en ese sentido -agregó- se debe generar confianza para que ellas tengan absoluta confianza en las instituciones.
Calificó la sesión especial en la Cámara de Diputados como "muy importante" para el Ejecutivo y aseguró que el Gobierno analizará en detalle las propuestas planteadas en los proyectos de acuerdo.
Indicó que muchas de ellas se sumarán a los acuerdos "que ya tenemos, que ya establecimos ayer (martes) con las instituciones encargadas de prevenir de perseguir y de sancionar la violencia".
El Gobierno del presidente Sebastián Piñera ha presentado varios proyectos de ley que buscan erradicar la discriminación de género y la violencia, aunque para la ministra Plá lo más relevante en esta materia es generar un cambio cultural en el país.
Por su parte, el ministro del Interior Andrés Chadwick, señaló a la prensa que se deben modernizar las medidas cautelares en favor de la mujer.
"Tenemos que dar una protección que sea más eficaz a aquella mujer que recurre al Estado y hace su denuncia por violencia, y esa modernización de las medidas cautelares dice relación con un proyecto de ley que se está discutiendo hoy día aquí en la Cámara", recordó Chadwick.
Dijo que hoy día "la tecnología nos posibilita tener medidas cautelares más modernas y más eficaces como son el uso de tobilleras, el uso de sistemas de alarma y de comunicación. Que permitan que tengamos una mejor protección más eficaz utilizando la tecnología", aseveró.
Al 29 de junio de 2018, en Chile se registran 18 feminicidios consumados y 63 de ellos frustrados, según los datos oficiales, a pesar de que las ONG's contabilizan 25 casos de asesinatos por violencia machista.
Durante el 2017, un total de 42 mujeres murieron en este país suramericano, asesinadas por sus cónyuges, convivientes, parejas o exparejas, ocho más que en 2016, según datos del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
En este país, las penas para quienes cometen estos crímenes van desde los quince años y un día de prisión hasta la cadena perpetua.
Foto: EFE
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