"Ningún sobresalto mayor que el de recibir un premio por algo que nos consta resulta siempre menos logrado que como lo hubiéramos querido", dijo la poeta uruguaya de 98 años tras recibir el Gran Premio a la Labor Intelectual de manos del ministro de Educación y Cultura (MEC), Pablo da Silveira.
Así, la ganadora del premio Cervantes 2018, antes de recitar un par de poemas para los asistentes a la ceremonia en el Palacio Taranco de Montevideo, dijo sentir "inmerecido" el honor que sí deseó que hubieran llegado a recibir algunos de sus amigos y compañeros de generación.
"Hay mucha gente muy querida mía, gente que ya no está viva, que hubiera merecido este regalo", apuntó emocionada la escritora, quien declaró luego a la prensa que si el galardón llegó a sus manos es porque "al país todavía le importa no solo la cultura sino la poesía", pese a que esta "siempre es la hermanita pobre" en esos ámbitos.
Por su parte, Da Silveira apuntó que Uruguay hasta el momento se había perdido la oportunidad de homenajear a la creadora, que es una de las pocas sobrevivientes de la generación del 45 uruguaya, integrada también por Mario Benedetti, Amanda Berenguer e Idea Vilariño, entre otros.
"Creo que hoy estamos haciendo un poquito de justicia", subrayó el ministro.
Nacida en Montevideo en 1923, Ida Vitale publicó en 1949 su primer libro "La luz de esta memoria", que dio inicio a una prolífica producción de poesía y prosa.
Docente de literatura, autora de numerosas críticas y ensayos y fundadora del semanario Jaque, Vitale, que también se destacó como traductora de obras en francés e italiano, presentó el 23 de septiembre en Montevideo el poemario "Tiempo sin claves" (Estuario Editora) que, dijo, espera "no sea el último".
Foto y datos: EFE
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