El teatro esta de duelo: murió el actor uruguayo Ricardo Couto

Ricardo Couto era definido en general como un ser humano entrañable, un hombre noble, sin divismos y un gran compañero de equipo.

Supo trabajar en SUA con el  Sindicato y Cooperativa VALORARTE, con la ética y compromiso que lo caracterizaban.

Fue integrante de Teatro El Circular, llegando a la institución siendo muy joven, tras su paso como estudiante de El Galpón.

Asimismo tuvo una extensa participación en todo el teatro independiente y en varias disciplinas artísticas, como el cine.

Integró los elencos de las prículas "Plata quemada" y "Corazón de fuego", estrenadas con gran suceso en los años 2000 y con la dirección de Diego Arzuaga; su último largometraje había sido "La culpa es del cordero", del año 2012.

Se pueso en la piel de Bernarda, en el drama "La casa de Bernarda Alba", de Federico García Lorca, una versión no convencional, si temor a transitar por fuera de lo tradicional, de la mano de la directora Virginia Ramos (El Tinglado).

A lo largo de su extensa carrera, Couto se desempeñó también como docente y estrenó unas 40 obras teatrales, entre ellos la aclamada "El herrero y la muerte". Trabajó fundamentalmente en los teatros Circular y Galpón. Fue también locutor y actor en comerciales de TV.

Su verdad escénica, su voz y presencia, su personalidad y calidez, fueron un aporte de relevancia en los momentos de resistencia y lucha de del teatro uruguayo.

Sencillo, dedicado, talentoso, una persona afectuosa y siempre dispuesto a dar lo mejor de sí por la obra y por el elenco, dejó a lo largo del Teatro de la vida, notables ejemplos e comportamiento para nuevas generaciones de actores.

SUA agrega: De esta forma, el Teatro pierde así a un notable artista y mejor persona", a la vez que sakuda a sus familiares y amigos ante tan irreparable pérdida.

Foto de portada: Facebook SUA  (una escena de la película "La culpa es del cordero")